Leopardo de las Nieves

Leopardo de las Nieves

El leopardo de las nieves es uno de los felinos más impresionantes que se encuentran en la Tierra actualmente. Este animal cuenta con una resistencia física formidable, pudiendo habitar en montañas heladas sin sentir el frío en la piel. Además de esto, es un magnífico animal, muy bonito y del que puedes aprender mucha más información leyendo más abajo todo lo que te hemos preparado.

Características del leopardo de las nieves

El nombre científico del leopardo de las nieves es el de Panthera uncia. Este felino se encuentra dentro de la familia de los feliadeas y se puede localizar, tal y como te hemos comentado en la introducción, en ciertas montañas o climas fríos de Asia. Tanto debido a su hábitat, como también a lo sigilosos y huidizos que son, los datos que se tienen son muy escasos, puesto que estudiarlos en estado salvaje es muy dificultoso. Por otro lado, también se es debido, a que existen muy pocos ejemplares de este animal, pudiendo llegar a apenas 5 mil leopardos en todo el mundo.

El leopardo de las nieves es conocido también bajo el seudónimo de Irbis, siendo, al igual que el resto de leopardos comunes y de felinos, carnívoro. El cuerpo de este animal es muy delgado, ligero y cuenta con un pelaje blanco perla cuyos pelos son extremadamente finos. Cuenta con las manchas características de estos felinos, redondas y con tonos oscuros, en general grises, pero en algunos ejemplares llega a ser negro. Tanto las manchas negras como también su pelaje blanquecino les ayudará a camuflarse en el entorno, evitando así ser vistos por sus presas, pudiendo atacar con más facilidad, pero también para sus depredadores, que aunque son pocos, también los tiene.

Cuando hablamos de las dimensiones, la altura del leopardo de las nieves suele ser de unos 60 centímetros, mientras que el largo del animal puede llegar fácilmente desde la cabeza hasta el inicio de la cola al metro y medio de largo, terminando en una cola que por lo general mide un metro. Si nos fijamos en la cola, esta es muy gruesa y esponjosa, a diferencia de otros felinos que se ve delgada, como es el caso, por ejemplo, del león. Respecto a las patas, estás son anchas, con grandes garras pero también tendrán un aspecto mayor, algo que les ayudará a moverse por la nieve con suma facilidad y sin hundirse. El peso de estos animales suele rondar los 55 kilos, sin embargo, las hembras van a pesar menos ya que tienen una estatura menor que los machos.

La esperanza de vida del Irbis puede ser de unos 12 años, sin embargo, cuando se encuentra en cautividad, esta esperanza de vida suele aumentar drásticamente viviendo casi el doble de lo habitual.

Como dato curioso, el aspecto físico de este animal es muy parecido al de los tigres, leones, u otros leopardos o guepardos, sin embargo, a diferencia de todos estos, que tienen la capacidad de rugir, el Irbis le es imposible emitir este tipo de rugido, pudiendo ser a causa de que tiene unas cuerdas vocales mucho más pequeñas que lo convencional.

Hábitat del leopardo de las nieves

Otra de las causas por las que el leopardo de las nieves es tan poco estudiado en su territorio es porque se trata de un animal extremadamente agresivo y territorial, evitando a toda costa que le invadan el lugar en el que vive. Para defenderlo se emplea muy bien, ya que, debajo de ese cuerpo tan fino, guarda una potencia y una fuerza que les hace vencedores frente a depredadores que pueden ser el doble de tamaño que ellos.

Prácticamente no le tiene miedo a ningún otro animal, por lo que se van a enfrentar a cualquiera que sea capaz de molestarle. Para encontrar a un ejemplar de irbis, nos tenemos que dirigir al menos hasta los 2000 metros de altitud aunque se han podido observar de casos que podían habitar tranquilamente en una zona que ha alcanzado los 6000 metros, siendo el Himalaya uno de sus hábitats naturales.

Para refugiarse se sube en lo alto de los arboles evitando de esta manera encontrarse al nivel del suelo, aunque si encuentran una cueva en la que habitar y en la que nadie pueda molestarlos, se van a dirigir a ella. Son animales que aprecian la tranquilidad cuando se encuentran descansando y por lo tanto, cuando se les molesta, pueden ser muy letales.

Reproducción del leopardo de las nieves

Esta tranquilidad les lleva a seguir una vida solitaria, evitando el contacto con otros leopardos de su misma especie y siendo fieros ante cualquier acercamiento. Esto solamente consigue romperse cuando se acerca la época de celo, en la que se empiezan a acercar para aparearse. La época ideal para su ciclo reproductivo comienza a principios de enero y va a terminar sobre el mes de junio, aunque a veces suele acortarse si el año se presenta extremadamente caluroso. Cuando el macho y la hembra se juntan, empezarán a llevar una vida de pareja, en la que ambos van a salir a cazar grandes presas con las que poder alimentarse y tener fuerzas para la crianza de los cachorros. Es en esta época en la que la hembra gana mucho más peso, sobre todo para resistir los cambios físicos que le va a suponer la gestación.

Una vez que ha ocurrido el apareamiento y que la hembra ha sido fecundada, por lo general los cachorros nacerán alrededor de los 100 días teniendo una media de entre 1 y 3 crías. Aunque al principio pueden parecer muy indefensos, los pequeños leopardos de las nieves van a crecer a un ritmo vertiginoso y ya a los 3 meses de edad pueden salir ellos solos a cazar. Después de pasar un año y medio junto a la madre (el padre una vez se ha apareado vuelve a su vida solitaria) los jóvenes irbis salen del lecho familiar y buscan su propia vida en lo alto de la montaña.

Alimentación de los leopardos de las nieves

Estos felinos disfrutan cazando a sus presas para luego devorarlas, pueden llegar a cazar grandes animales que superan su peso o estatura por tres, sin embargo, no se van a sentir saciadas en ningún momento. Muchos investigadores piensan que este afán de caza y de continuo movimiento hace que el ejemplar pueda tener alimento para comer estando en calor todo su cuerpo y no sufriendo las bajas temperaturas.

El leopardo de las nieves es lo que se considera oportunista, ya que se va a alimentar de aquello que encuentre en su camino, pudiendo entrar en el menú desde ovejas o ganado que ha encontrado en una granja, principal motivo por los que muchos granjeros odian a este animal y pueden llegar hasta darles caza a pesar de que actualmente esto está prohibido. Pero también podrá alimentarse tranquilamente de mamíferos mucho más pequeños como conejos o ardillas.

Siempre que puede va a cazar en su zona de confort, es decir, en las alturas y cerca de donde vive, sin embargo, si un año se encuentra con un temporal y el alimento escasea, puede llegar a bajar bastante hasta las zonas en las que habitan los granjeros para saciar su apetito.

A diferencia de otros depredadores, el leopardo de las nieves puede comer arbustos y hierba, sin embargo, esto lo utilizará más para calmar el apetito cuando lleva días sin comer más que como base alimenticia.